Mi buena amiga Cristina entro en mi vida afortunadamente mas allá de una simple amistad, me resultara difícil ser neutral, mi amor y admiración por ella me involucra irremediablemente hablar desde el corazón y esto se me hace difícil emocionalmente y no excederme en elogios. Pero sin duda estoy implicada, y no seré neutral, y para ser franca; más bien no quiero serlo. Se perfectamente y confieso que mis palabras son pobres resultados con una realidad mayor que son sentimientos y admiración, pero sobre todo de agradecimiento por su enorme generosidad de estos años que de forma incondicional hemos trabajado y me conducen irremediablemente a este vinculo que por otra parte me consta que es recibroco sin duda. Estoy unida a una palabra que se llama sencillamente «complicidad», por toda lo que hace y cómo lo hace…. su amor y sinceridad es la materia prima más valiosa aquí que puedo decir. Querida amiga, desde aquí te agradezco y lo sabes que eres preciosamente bondadosa, brillantemente profesional, y que tu cocina es el arte que sucede los sentidos desde la belleza que califica tu trabajo. Permiteme que el arte del encuentro que hemos tenido en tantas ocasiones como una comunión de hermanas, lo exponga públicamente hoy para decirte sinceramente, gracias, gracias, gracias por haberme permitido ser parte de tu camino.