Uno de los postres que tomaba más frecuentemente de pequeña eran las natillas. Ojalá hubieran sido caseras, pero la verdad es que eran de las comerciales, las que están llenísimas de azúcar, conservantes, saborizantes y un largo etcétera de ingredientes para nada fisiológicos.

Como aquí estamos para cuidarnos, uno de los primeros cambios que hacemos es eliminar el azúcar refinado de nuestra alimentación . Esto conlleva unos días de adaptación y puede que al principio cueste pero cuando llevas un tiempo sin el refinado más consumido del mundo te das cuenta  que tu paladar se vuelve mucho más refinado.

Así que hoy, viajamos juntos por el tiempo, para recordar uno de los sabores de mi infancia pero sin nada de azúcar refinado, y es más… ¡sin ningún endulzante! Solo  con alimentos dulces de naturaleza, típicos de otoño como son las chirivías y las castañas.

Sí sí… ¡ chirivía! Ella es una verdura de raíz de sabor dulce con infinidad de posibilidades, mucho más allá del caldo casero. Una vez cocida, si la dejamos enfriar 24h en la nevera la convertimos en un alimento prebiótico , ya que su tipo de fibra alimenta la flora benéfica intestinal.

Las castañas son el otro ingrediente otoñal ricas en nutrientes, como minerales, vitaminas del grupo B, proteína vegetal de muy buena calidad ya que contienen todos los aminoácidos esenciales, y carbohidratos de lenta combustión aportando al organismo energía constante. Estos frutos secos otoñales son ricos en fibra dando cremosidad  a la receta. Aunque muchas veces se comen con miedo a engordar, cabe mencionar que son el fruto seco menos calórico aportando unas 225kcl / 100g.  Aprovecha que estamos en plena temporada para consumir este regalazo de la naturaleza.

lectura de medidas

T : taza de 250ml

CS : cucharada sopera

cp : cucharada de postre

cc : cucharita café

Ingredientes natilla

4p

600g chirivia

250ml  + 250ml bebida vegetal ( almendras o avena )

150g castañas cocida y peladas*

1 rama de vainilla

pizca de sal marina

pizca de cúrcuma en polvo **

*Si no encuentras castañas cocidas , cómpralas crudas, hazles un corte y ponlas a hervir durante 20-30′ . Cuela, deja enfriar un poco y pela enseguida. Si se enfrían te costará mucho más de quitar la piel.

**Es solo para dar un toque de color.

Ingredientes natilla de cacao

1CS semillas de chia

2CS cacao en polvo

1CS algarroba en polvo

Ingredientes toppings

Cacaco 100% tamizado

castaña cocida

granos de granada

Preparación

1. Pela y trocea  las chirivías,  ponlas a hervir  con 250ml de bebida vegetal, pizca de sal marina y la vaina de vainilla abierta por la mitad. Cuece a fuego medio y tapado durante 15′ o hasta que estén bien tiernas.
2. Bate las chirivías con 250ml de bebida vegetal, la pulpa de la rama de vainilla, la cúrcuma y  las castañas cocidas y peladas hasta conseguir una textura fina y homogénea.
3. Reserva la mitad y deja la otra mitad en la jarra de la batidora. Añade el resto de ingredientes de la crema de cacao. Bate hasta conseguir una textura bien fina y homogénea.
4. Sirve en unos bols pequeños la mitad de natilla de castañas y termina de rellenar con la natilla de cacao. Deja enfriar 1-2h en la nevera o 24h si quieres alimentar bien a tu flora intestinal. En el momento de servir condimenta con cacao tamizado, una castaña cocida y unos granos de granada.

¡ Disfruta !

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Sin duda… ¡las mejores natillas que he comido en la vida!

Anímate a hacer la receta y me cuentas tu opinión.

Espero leer tu comentario

Cris